lunes, 15 de octubre de 2012

Los cinco sentidos



La base del amor se encuentra en nuestros cinco sentidos. Necesito cada uno de ellos para poder vivir en sintonía contigo. Gracias a Dios puedo verte cada mañana y por ello entiendo que una persona puede alumbrar más que el sol. Gracias a Dios puedo saber que tu piel no huele a rosas, pero supera con creces a la mejor fragancia expuesta en París. Gracias a Dios puedo comprender que un beso tuyo tiene mejor sabor que el maná prohibido del desierto. Gracias a Dios puedo llegar a la felicidad completa, porque un susurro por el aire me devuelve mis te quiero. Gracias a Dios que tu cuerpo algún día topo con el mío, porque desde ese día entendí que estaba vivo.

Sin embargo maldito sea el diablo, que tergiversa los cinco sentidos, encontrando en la visión las imágenes más crudas del ser humano. Con el oído la calumnia, las ganas de querer escuchar el mal ajeno. Con el tacto alguna guerra constante que más de una mujer sufre en su alcoba. El mal sabor que puede dejar en nuestra boca la traición. El olor de la pólvora, que tantas vidas se ha llevado en sus espaldas.

Maldito seas tú, que tu virtud es hacernos creer que nunca estás, y nuestra desgracia verte aparecer cuando no estás invitado.

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